PERU 2021- ROMPIENDO LOS HUEVOS DEL CICLICO PROBLEMA DE LA FALTA DE VISION DE PAIS –

Julian Abregu y Yamal Zamudio

16 de Julio de 2020

"¡Los grandes hombres generan odios y pasiones!" Son palabras que aún resuenan en mi cabeza, y lo curioso es que quien las pronunció no era un político, pensador o ensayista, sino simplemente una persona extraordinaria que vivió casi todo el siglo XX y los inicios del XXI. Esta frase se ha quedado grabada en mi mente y aparece como un fantasma en momentos de crisis como estos, donde se necesita a grandes hombres.

Círculo vicioso

Esta frase me obliga a revisar los pasajes de nuestra historia republicana y observo con asombro que este fenómeno es cíclico. A los períodos de bonanza les siguen períodos de crisis, cada uno con sus propias características. La pregunta que surge de forma espontánea es: ¿Por qué nuestro país nunca termina de despegar y siempre volvemos al punto de partida? La respuesta aparente sería que siempre llega una crisis que nos impide avanzar. Pero ¿es eso realmente cierto? ¿Son así las cosas?

Fernando D'Alessio, profesor de Centrum, hace una precisión respecto al concepto de visión y plantea la pregunta: ¿Cuáles son nuestras aspiraciones y qué queremos ser? Los administradores de negocios utilizan un término para describir al personaje que responde a esta pregunta, y lo llaman estratega. Los políticos, por extensión, hacen lo mismo y lo denominan estadista. Entonces, ¿qué es ser un estadista?

Aquí es cuando vuelve a mi mente el personaje mencionado anteriormente: el hombre que genera odios y pasiones, aquel que puede liderar un "proyecto país" y que está dispuesto a tomar decisiones difíciles "uno que rompa los huevos para hacer tortillas".

 Uno que despertaba Odios y pasiones

La historia escrita del Perú nos dice que, en el siglo XIX, el presidente Ramón Castilla y Marquesado desarrolló cuatro ejes fundamentales en su gobierno:

1. Elaboró el primer presupuesto de la República, implementó el sistema de consignaciones para la explotación del guano, y elaboró un programa de pago de deuda.

2. Construyó el primer ferrocarril de Sudamérica (Lima - Callao), tendió la línea telegráfica entre Lima y Callao, y potenció la política naval.

3. Decretó el primer reglamento de instrucción pública.

4. Fomentó el desarrollo económico mediante la creación de fábricas.

1. Si a mediados del siglo XIX, un presidente marcó una ruta, ¿por qué no se continuó en esa dirección? En la actualidad, lo más cercano a esto es el llamado Plan Bicentenario, el intento más exitoso de crear una hoja de ruta para nuestros gobernantes. Pero ¿cómo se gestó y quiénes lo hicieron? Su idea primigenia se remite al ACUERDO NACIONAL, en el cual las principales organizaciones de la sociedad (partidos políticos y ONGs) establecieron los principios básicos que hoy se plasman en el Plan Bicentenario. ¿Entonces qué sucedió?

Todo indica que los últimos tres presidentes que nos gobernaron renunciaron a su naturaleza política. Fueron "outsiders", personajes que carecían de un partido político estructurado, sin ideología ni una doctrina clara. Surgieron como respuesta a situaciones coyunturales específicas, pero ¿es solo culpa o mérito de estos personajes? ¡NO! En política no existen espacios vacíos, cada espacio de poder es ocupado por alguien. Si los partidos políticos pierden relevancia en el escenario político, aparece alguien que los reemplaza.

En el próximo proceso electoral de 2021, que ya ha sido oficializado, corremos el riesgo de continuar en un camino cuesta abajo o, finalmente, cambiar y retomar el camino perdido. Por lo tanto, es una tarea suprema y de enorme responsabilidad para los actores que suscribieron el Acuerdo Nacional reconfigurarse, reformatearse, reevaluarse y retomar los espacios políticos y la relevancia de los cuales abdicaron.

!La historia  nos dira que paso!

Notas: “para hacer tortillas hay que romper huevos”

según cuenta el diccionario de Oxford, fue François-Athanase Charette de la Contriefue a utilizar esta frase ante la grave acusación por los miles de muertes por sus acciones anti-revolucionarias, pero esta expresión ya se utilizaba desde 1740  "on ne saurait faire d’omelette san casser des oefs" .