PERU COVID 19 - LA MENTIRA EN TIEMPOS DE PANDEMIA
LA MENTIRA EN TIEMPOS DE PANDEMIA
Por: Yamal Zamudio y Julian Abregu
Lima 02 de agosto,2020
Al conmemorar el 199 aniversario de la independencia,
tras un triste 28 de julio de 2020, analicé cada frase de las 29 páginas del
discurso presidencial que se leyeron durante dos horas. En vano buscaba
encontrar esperanza, autocríticas, planes concretos, verdades o una mínima
señal de reputación política, pero nada de eso ocurrió.
Desperté con una extraña sensación de desazón y
desesperanza, convencido de que la mayoría de mis compatriotas se sienten
igual. La crisis del coronavirus es la causa principal de este estado surreal,
sumado a la probada ineficiencia del Estado, que incrementa el rechazo popular.
Es innegable que los analistas coinciden en que "Perú se encuentra entre
los tres países con los peores indicadores económicos del mundo". Hasta hace
medio año, éramos considerados la estrella de Latinoamérica en crecimiento
económico. Por eso, me sabe a hiel pensar en el gobierno del señor Vizcarra y
su desfachatez al no mencionar esta cruda realidad en su discurso.
Me siento ofendido por la indolencia de las
autoridades en todos los niveles, con contadas excepciones. No están a la
altura del momento histórico ni de la crisis estructural que enfrenta nuestro
país. Solo pensar
que ya hemos perdido a más de 49,000 compatriotas por Covid-19. Casi todos
hemos sufrido la pérdida de un colega, amigo o familiar debido a una muerte
cruel, sin acceso a oxígeno y a los cuidados necesarios. Pero lo
que más me enardece y sorprende es la pérdida de vergüenza de las autoridades,
quienes mienten descaradamente, sin lógica ni respeto hacia la ciudadanía.
La democracia se basa en la división de poderes, la
alternancia y la participación ciudadana en las decisiones de gobierno. Sin
embargo, algo que genera un creciente rechazo hacia el poder ejecutivo es la
total incapacidad de sentir vergüenza por parte de los políticos. Me niego a
creer que el lado oscuro de la política esté por encima de ella.
La historia, que es maestra y no se equivoca, está
llena de ejemplos. Desde el primer día de la independencia, hemos presenciado
todo tipo de comportamientos, que deberían servirnos para no repetirlos. Pero
nuestra nación peruana ha olvidado selectivamente los grandes errores, delitos
y escándalos de nuestros políticos a lo largo de la vida republicana. Un claro
ejemplo es que muchas calles principales de nuestra capital llevan el nombre de
los traidores más grandes de nuestra nación.
Aunque la población olvida hechos históricos en un
ciclo de 10 años, y los jóvenes entran en la política con entusiasmo y voto
sincero, me pregunto cómo alguien puede afirmar descaradamente, en un mensaje,
que uno de los pilares de su gobierno es la lucha contra la corrupción. Esto
ocurre mientras su entorno está vinculado escandalosamente a casos de
corrupción, lo que ha provocado cambios en la mayoría de sus ministros. ¿Acaso
nuestro presidente piensa que el pueblo peruano tiene tan poca memoria o nos
considera estúpidos?
Puedo afirmar con certeza, al concluir estas líneas,
que aunque la población sea direccionada por los medios de comunicación hacia
temas irrelevantes, no debemos creer que esta situación perdurará por mucho
tiempo. La sabia y antigua historia universal evidencia que los pueblos pueden
ser lentos en reaccionar, pero cuando lo hacen, incluso pueden provocar cambios
drásticos.
En este 28 de julio, no puedo dejar de destacar la
respuesta pragmática de un fiscal moqueguano ante las declaraciones del
presidente, intentando abanderarse en su transparencia con la desafortunada
frase "que me investiguen, no tengo nada que temer". El
fiscal sancionó al mandatario mentiroso. Solo esperamos que termine su mandato
para acusarlo. ¡Señor presidente!
Y así será, porque las evidencias son abrumadoras.
https://ideeleradio.pe/lo-ultimo/pdf-mensaje-a-la-nacion-de-martin-vizcarra-28-de-julio-del-2020/
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